LA FAMILIA: Existe la tendencia a continuar la tradición familiar, bien por parte de los padres o tutores, o bien por parte de los hijos/as. Dicha tendencia se fundamenta en diversas causas como por ejemplo, la comodidad, la certidumbre que plantea, la falta de riesgo, etc...

EL CONTEXTO SOCIAL: Con frecuencia la sociedad marca las pautas sobre los modelos a seguir para tener una aceptabilidad social adecuada a las necesidades del propio individuo. En este sentido, el joven puede verse afectado por modas, tendencias y otro tipo de influencias que están más bien fundamentadas en intereses económicos, mercantilistas, etc... que en un análisis profundo y coherente que en la personalidad del propio joven.

LA PRESION AMBIENTAL: Circunstancialmente existen factores interesados que influyen sobre la decisión vital del alumno/a. Dichos factores individualmente, constituyen un conjunto de elementos necesarios para el desenvolvimiento ordinario del individuo siendo ésta la causa que origina el poder influenciador de estos factores.

LOS MEDIOS DE COMUNICACION: Inmersos en una sociedad de consumo donde el poder mercantilista se erige en un poder fáctico, son objeto de campañas publicitarias, promocionales y /o de otra índole jóvenes ávidos de gastar y ejercer actividades muchas veces por encima de sus posibilidades económicas. Todo ello redunda en que con frecuencia el joven aspira a gastar más de lo que realmente necesita. Esta circunstancia unida a la dificultad para acceder al mundo del trabajo y consecuentemente obtener medios económicos suficientes, nos lleva a concluir , que los medios ejercen una gran influencia sobre los jóvenes, y a veces, mal orientada.

Todos los factores anteriormente mencionados orientan, por ejemplo, hacia la conveniencia de ciertas carreras en función del sexo, ideologías, o estiman más aconsejables los trabajos con estatus profesional mejor considerados. Una intervención educativa desde edad temprana que tenga en cuenta no sólo los años de escolaridad sino también una preparación profesional futura, evitaría en la mayoría de los casos que la decisión fuera irracional o influída por factores ajenos a la propia persona.

La orientación personal vocacional es imprescindible en el contexto educativo dada la creciente diversificación de la oferta curricular y las características de la sociedad actual en constante cambio y transformación. Ha perdido el carácter subsidiario y de apoyo a los alumnos que abandonan la escolaridad, para ser encardinada plenamente en el proceso orientador de los centros educativos al considerar que el desarrollo profesional es una faceta del desarrollo personal, y este último tiene lugar en el ámbito educativo y socio cultural.